jueves, 3 de marzo de 2011

KANT Y LA ILUSTRACIÓN. EXPLICACIÓN DEL TEXTO



· El trabajo de Kant es la continuación de la obra de otros filósofos ilustrados, como Voltaire, Montesquieu (1689-1755), Diderot (1713-1784), Rousseau (1712-1778) y Adam Smith (1723-1790), etc. Para todos ellos, la ilustración era una tarea orientada a la mejora de la humanidad, redefiniendo el sistema de creencias quizás caracterizada por una orientación más pragmática que filosófica puesto que hacen claras alusiones acerca de la transformación material del mundo a base de la tecnología.· Kant vislumbra la ilustración como una salida de un estado de “inmadurez”, entendiéndose inmadurez como la situación en la que una persona acepta los dictados de la autoridad ajena y no usa su propia razón. Para Kant, ilustrarse significa estar libre de la influencia de la tradición y la autoridad religiosa y, en consecuencia, hacer uso de la propia razón. Para esto es necesario que uno aprenda a usar su propia inteligencia sin la ayuda de otras personas. La ilustración puede llevar al ser humano según Kant a mejorar su existencia, pero no será posible si no se ayuda con su propia razón. Por ello propone que para librarnos de aquello que impide nuestra ilustración debemos tener coraje y confianza que nos rescatará de la superstición y las creencias religiosas. Por ello nos recuerda el lema escrito por Horacio en sus epístolas “Sapere aude”, “Atrévete a pensar por ti mismo”, o “Atrévete a saber”. Este lema nos remite entonces al énfasis clásico en la reflexión crítica. Tan solo recordemos las palabras de Sócrates, “La vida que no es examinada no vale la pena vivirse”. El lema que cita Kant por ello es adecuado en su ensayo puesto que nos invita a la tarea de repensar en un contexto histórico, la perenne evolución de la comprensión y del auto-conocimiento.· Kant se nos presenta como un crítico del dogmatismo. Por dogmatismo se entiende una aceptación acrítica y obediencia a las tradiciones o a las creencias religiosas. La receta en contra del dogmatismo es el proceso de ilustración. La ilustración busca librarnos de las cadenas mentales que nos han impuestos nuestros tutores a través de los conocimientos y prácticas. Visualiza Kant el estado anterior a la ilustración como si fuera una etapa infantil de nuestras mentes. La ilustración es un proceso que nos libra de nuestro estado de “inmadurez” (no emancipado). Por inmadurez entiende aquí un estado de nuestra voluntad que acepta la autoridad de otra persona en vez de usar el razonamiento propio.· Pregunta Kant por que las personas no buscan la ilustración: ¿Cuáles son las causas de la lentitud en el proceso de ilustración? Señala que son dos los males que actúan en contra del proceso: la cobardía y la pereza. Debemos entender que esos factores son algunos de otros que Kant dejó de mencionar. Por ejemplo puede ser que una persona se sienta cómoda y satisfecha con una aceptación de sus creencias religiosas. No siente la necesidad de cuestionarlas. O quizás una persona ha aprendido a respetar la voz de la autoridad y considera que es moralmente correcto tomar lo que dice la autoridad como un hecho dado. ¿Podríamos culpar a estas personas de pereza o cobardía? Parece que no. Podrían ser entonces otras razones más que explicaran la aceptación de la minoría de edad intelectual.· Más adelante señala Kant que la total libertad es un requisito para la posibilidad de la ilustración. Pero nos preguntaríamos, ¿libertad de qué o de quién o para quién? Parece ser que el tipo de libertad a la que se refiere Kant es la libertad intelectual. Es una libertad de pensar, opinar y creer sin que se le imponga a la persona ideas provenientes de autoridades o poderes religiosos, libros sagrados, y normas culturales sin crítica. Una libertad del control de censores y guardianes que pueden indicarnos lo que debemos ver, escuchar o leer, o peor aun, pensar. Sin embargo, Kant advierte que no es una libertad total puesto que también sostiene que las personas son responsables por lo que hacen señalando que los evasores de impuestos deben ser castigados.· Para explicar esta paradójica situación en la que, por un lado Kant exige tener el coraje de razonar por cuenta propia, y por otro, sugiere la obedecer al orden social y político establecido, introduce la distinción entre el uso privado y el uso público de la razón. El uso privado de la razón ocurre cuando uno actúa como una parte de la sociedad, eso es, cuando jugamos un rol en la sociedad y en nuestros trabajos: ser un profesor, ser un estudiante, ser un contribuyente tributario, ser un policía, ser una persona del clero. Llama a este rol, el de funcionario. En esos puestos, la persona se encuentra como un engranaje de una maquina y por lo tanto no debe razonar sino obedecer. Nos imaginamos que en el uso privado de la razón, Kant no sugiere una obediencia tonta y ciega a la obediencia, sino una adaptación de la razón a las circunstancias particulares. Pero, en todo caso, no hay un uso libre de la razón.· El uso público por otro lado es el ejercicio de la razón sin limitación. Este ejercicio esta dirigido a la esfera de los asuntos públicos, por medios como la publicación. Kant propone varios ejemplos: el soldado que cumple órdenes en la esfera privada, pero critica asuntos militares en la esfera pública; el contribuyente que debe pagar sus impuestos (esfera privada) pero puede (y debe) criticar si así le conviene a la razón, hacer observaciones críticas sobre el mal uso de los impuestos. Hay situaciones más conflictivas aún que fue explorado por Kant. Es el ejemplo del miembro del clero religioso. Tiene un rol de funcionario cuando sirve a su iglesia o a su congregación, pero también tiene el rol público cuando tiene el deber intelectual de razonar autónomamente y expresar su opinión. De acuerdo a Kant, esta persona es responsable de enseñar y predicar a la congregación de acuerdo a las doctrinas de su particular religión. Pero como un estudioso, es enteramente libre, e inclusive constituye su deber exponer públicamente las inconsistencias y conceptos contradictorios que podría encontrar en las doctrinas de su iglesia.· El siglo XVIII no es aún una época ilustrada. La prueba se encuentra en el Despotismo Ilustrado, que Kant critica al final del texto. Se trata de un momento histórico en el que el proceso de la ilustración se va desenvolviendo. En este sentido, cabe aquí mencionar un texto complementario, “La idea de una historia universal en sentido cosmopolita”, de 1794 y en el cual Kant observa en el desarrollo histórico del ser humano una tendencia finalista natural que conduce al hombre al pleno desarrollo de sus facultades.· Esa tendencia se da igualmente en la humanidad hacia la paz y la libertad y conduce a una sociedad en la que exista, por un lado, la máxima libertad individual y por otro, la más rigurosa determinación y seguridad de los límites de tal libertad, a fin de que pueda coexistir con la libertad de los otros.· Esta sociedad no puede sostenerse si se limita a pequeños estados. Por ello, en otro de sus textos, “La paz perpetua” (1795) establece las condiciones que deben cumplirse para el advenimiento global de esta era ilustrada:o Adopción, por parte de todos los estados, de una constitución republicanao Federación de estados libreso Desarrollo de un derecho político universal· En la sociedad ilustrada, el cumplimiento de las normas jurídicas, al igual que en la moral, vendrá dado por convencimiento racional y no por coacción,· Con todo ello se conseguirá que la libertad, la igualdad ante la ley y la independencia de los ciudadanos y de los poderes del estado acaben imperando y consolidando un estado liberal y de derecho. Es como veía Kant que debían cumplirse los fines de la Revolución Francesa.

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