miércoles, 12 de enero de 2011

CONTEXTO HISTÓRICO-FILOSÓFICO DE STO. TOMÁS DE AQUINO



El siglo XIII fue una época de expansión económica y prosperidad, fruto de la cual se construyeron las grandes catedrales góticas.
Surgen nuevas órdenes clericales, como los dominicos, a la que perteneció Sto. Tomás, en contra del criterio de su familia, y los franciscanos. Ambas órdenes mendicantes ponían en tela de juicio la acumulación de riquezas y poder que caracterizaba a la iglesia católica.
En el ámbito político, surgió la polémica entre los reyes y el papado respecto a quién debía ostentar la supremacía y en lo social comenzaba a despuntar el empuje de la clase que, siglos más tarde, acabaría por convertirse en sujeto de la historia: la burguesía.
La vida universitaria estaba mediatizada por la recepción de los escritos físicos y metafísicos de Aristóteles y sus comentarios árabes, especialmente Averroes.
El aristotelismo que llegaba del Islam suscitó resistencias por parte de la autoridad eclesiástica, que se tradujeron en las primeras prohibiciones de la lectura de los libros naturales de Aristóteles y de sus comentarios y en convertir la filosofía en sierva de la teología. Sin embargo, estas prohibiciones y esta servidumbre siempre fueron desafiadas por los maestros seculares de la Facultad de Artes de París, hasta el punto de establecer en 1255 la obligación de leer todo Aristóteles y sus comentadores. Se desarrolla así el aristotelismo, que pretende una investigación y docencia filosóficas independientes, sobre el fundamento exclusivo de la razón y la exégesis rigurosa de la obra de Aristóteles . En este ambiente se educa Sto Tomás (1225-1274), que fue discípulo de Alberto Magno, quien marcó este camino a otros maestros de la facultad.
Pronto se alzarían voces (San Buenaventura) en contra de esta corriente que enseñaba la eternidad del mundo, la unicidad del entendimiento humano y la mortalidad del alma. Todo ello perseguía reducir la filosofía a un papel propedéutico, servil con respecto a la teología, única ciencia legitimada para establecer la verdad: la filosofía debía confirmar y someterse a la enseñanza de la fe. Sin embargo, esta condena no se atrevía a cuestionar la validez de la física y cosmología aristotélicas; sólo su necesariedad. En este sentido, cabe achacar a la obra de Tomás de Aquino el que la Iglesia acabase aceptando las tesis aristotélicas y un ámbito de investigación propio del quehacer racional. Es por tanto, muy a tener en cuenta, el papel estelar que Sto Tomás, que jugó en esta esencial disputa, y que llegaron a valerle acusaciones de heterodoxo, para propiciar lo que ha venido a denominarse la síntesis tomista, que acaba ensamblando las tesis físicas y metafísicas de Aristóteles con los dogmas de la fe cristiana y que evitó que la Iglesia diese la espalda a una obra como la del estagirita.
Entre sus obras principales cabe destacar Suma Teológica, Suma contra los gentiles, Sobre el ser y la esencia.

El fragmento que comentamos pertenece a la primera de ellas, concretamente a…..

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